Sin dudas los eclipses de luna son uno de los eventos astronómicos más fascinantes para presenciar. Recuerdo que ya desde muchos días antes, mi amigo Andrés me decía “quiero ir a observar la luna de sangre donde estés”. Dado que se podía ver desde cualquier lugar, opté por la comodidad de la terraza de mi negocio, que es donde suelo tener mis equipos. Puse un telescopio dobsoniano para observar, y mi telescopio fotográfico para obtener las imágenes. Recuerdo todavía la decepción de mi amigo al ver que la luna de sangre no tenía nada de sangrienta (ya que a simple vista se veía de un tono mas bien marrón clarito) pero que gracias a las fotografías que venía tomando pude quitar esa decepción, ya que la cámara estaba capturando los tonos rojos que él estaba esperando. Esta es una de las razones por las que adoro la fotografía!